Giliana Kudsha
He Enviado a Mi Tabernáculo
De acuerdo con la Voluntad del Padre, las ruedas de Su Santo Carro se están moviendo rápidamente. El Templo en el Reino de los Cielos está ocupado con siervos angelicales que llevan a cabo las diversas tareas asignadas a ellos por el Padre. Están preparando lugares para cada miembro del Remanente, para que puedan ser reunidos en esta era. Camino y cumplo la Voluntad del Padre.
Al Remanente, el Padre de la Grandeza ha dicho: “Envié Mi Tabernáculo a la tierra en un cuerpo de carne, pero no es de carne, a imagen de un hombre, pero no es un hombre. Él os dará buenas noticias para vuestras necesidades individuales. Él os preparará para vuestros hogares que están siendo creados en el Reino de la Luz1.
Izgadda es Mi Hijo y por lo tanto Mi imagen2. Él es el Mensajero para vuestra era. Lo he enviado a la tierra para vuestro beneficio. Buscadlo y agarrad Su manto3. Él unirá a Mi pueblo bajo la única Religión Buena — la Religión de la Luz, sin cismas y sin divisiones. Escuchad Sus instrucciones, porque son las instrucciones que Yo le he dado.
“Cuando lo miréis, pensad en Mi propia presencia, porque Yo estoy dentro de Él y Él está dentro de Mí4. Tengo un Hijo unigénito, y Él se manifiesta en muchas formas e imágenes en diferentes generaciones y eras5. Cada forma con la que estáis familiarizados se manifiesta directamente desde Mi propio corazón. No podéis verme, pero podéis ver a Mi Hijo que es el espejo de Su Padre que lo envió6. Él es vuestro Señor. Él es vuestro Mesías. Es por Mi propio Espíritu y poder que hago que Mi imagen nazca en la forma de un hombre.
“Habéis conocido a Mi Hijo por muchos nombres: Melquisedec, Mitra, Shenrab, Jesús, Mani, Izgadda y muchos otros nombres con los que no estáis familiarizados. Ya sea que conozcáis a Mi Hijo por el nombre de Jesús o Mitra o Izgadda, hay un solo Hijo; cada manifestación es la misma. Algunas han aparecido en la imagen de un hombre, mientras que otras en la forma de querubines7, serafines8 y otras criaturas según Mi Voluntad. En esta era, le he dado a la gente de la Buena Religión a Mi Hijo Izgadda. Sed obedientes a Su Palabra, porque lo que Él dice es lo que yo le he dicho.
“En la antigüedad, antes de que existieran en la carne, nombré al Maestro de Justicia y al Maestro de la Luz para que os guiaran con las palabras de Mi Hijo que ahora comulga con vosotros. Seguid siendo obedientes a Mi Hijo y a los Maestros que os he designado para vuestro beneficio.
“Mi Hijo y los Maestros han designado a sacerdotes y a otros siervos para atender a las necesidades de Mi Remanente y para guiar a las ovejas por Mi Camino. Tenedlos en cuenta porque han sido ungidos por Mi Espíritu.”
Notas del Editor
1 “En la casa de Mi Padre hay muchas moradas. Si no
fuera así, se los hubiera dicho; voy, pues, a preparar un
lugar para ustedes.” — Juan 14:2, Biblia Peshitta
2 “El Tercer Mensajero (Izgadda) es la Zona entre el cielo y
la tierra, el Dios Mitra del Carro del Sol, el icono {estatua,
imagen, espejo} que representa al Rey de las Luces, el
Señor mismo de todos los Defensores” — Evangelio del
Profeta Mani cap. 2, secc. 24:1
3 véase Zacarías 8:23
4 “Yo y Mi Padre somos uno.” — Juan 10:30
5 véase Hebreos 1:1-14
6 “Nadie ha visto jamás a Dios; el Unigénito Dios, el que
está en el seno de Su Padre, Él lo ha declarado.” — Juan
1:18, Biblia Peshitta
7 véase 1 Reyes 6:11-14, 23-35
8 véase Isaías 6:1-13
Enseñanzas de la Luz Capítulo 35:
Conocimiento
1 El conocimiento nunca se encuentra donde os imagináis que se encuentra.
2 El conocimiento se adquiere gradualmente, en la meditación, en la vida cotidiana de uno, en la interacción con los demás, durante toda una vida.
3 No hay realización sin conocimiento.
4 La realización divina se experimenta y la salvación se alcanza por medio del conocimiento divino.
Evangelio del Santo Profeta Mani Capítulo 66
1 Bella es un Alma santa que ha tomado el Espíritu de santidad para ella misma, bella es la Paloma que ha encontrado un Estanque sagrado; ¡es Yisho el que vuela dentro del corazón de su fiel!
2 Mira, todos los Seres Divinos se alegran por él porque se ha convertido en uno de ellos; es el Alma que está libre de manchas la que puede proceder a la Presencia de Dios.
3 El alma exclama: me retiré del mundo, dejé a mis padres atrás, me volví hacia el Señor que es más grande que los cielos y la tierra.
4 Yo no hice la voluntad del cuerpo, así que encontré la Tierra de la Luz, me dirigí a la Ciudad de los Seres Celestiales, comulgué con los Justos mientras estaba en el cuerpo.
5 Porque salí de las aguas amargas, llegué a puerto incluso antes de que el mar se volviera tempestuoso.
6 Siendo seguro y puro, me quité la prenda vanidosa de la carne; hice que los pies limpios de mi Alma pisotearan sobre ella con confianza; ¡yo hice fila con los Seres Celestiales que están vestidos con el Salvador, porque yo soy un ser celestial y un siervo de Dios!
Libro de la Verdad, El Viaje a Belén – 122:7.6-8:
122:7.6
Bien temprano a la mañana siguiente del 19 de agosto, José y María reanudaron su viaje. Tomaron su almuerzo al pie del Monte Sartaba que domina el valle jordano, y prosiguieron su viaje, llegando por la noche a Jericó, donde se alojaron en una posada del camino en las afueras de la ciudad. Después de la cena y las conversaciones sobre la opresión practicada por el gobierno romano, Herodes, el censo, y la influencia comparativa de Jerusalén y Alejandría como centros de conocimiento y cultura judíos, los viajeros nazarenos se retiraron para descansar. Muy temprano por la mañana del 20 de agosto reanudaron su viaje, llegando a Jerusalén antes del medio día; allí visitaron el templo y luego siguieron camino hacia su destino, llegando a Belén a media tarde.
La posada estaba repleta, y José buscó alojarse con parientes lejanos, pero todos los cuartos en Belén estaban totalmente ocupados a capacidad. Al volver al patio de la posada, le informaron que los establos para las caravanas, labrados en los lados de la roca y situados justo por debajo de la hostería, habían sido vaciados y limpiados para alojar viajeros. Habiendo dejado el burro en el patio, José cargó con las bolsas de indumentos y provisiones y descendió con María los escalones de piedra hasta su alojamiento. Se encontraron ubicados en lo que había sido un cuarto para almacenar granos frente a los establos y a los pesebres de los animales. Habían colgado cortinas de lona, y ellos se consideraron afortunados de haber conseguido un alojamiento tan cómodo.
José había pensado salir inmediatamente para registrarse, pero María estaba cansada; se sentía mal y le rogó que permaneciera a su lado, a lo cual él accedió.