Giliana Kudsha
Vuestro Libro Sagrado
Para mis devotos, os he dicho que hay muchos textos sagrados para leer y que debéis buscar las verdades en cada uno de ellos y que debéis descartar lo que no se originó de Dios. Para mis devotos más cercanos que se reúnen conmigo a diario, mis palabras son vuestro Libro Sagrado* principal. Venerad1 y proteged estas palabras reveladas. Leer y escuchar las enseñanzas contenidas en estas palabras puede quemar vuestros pecados del pasado.
Muchos textos sagrados han sido entregados a la humanidad a lo largo de los siglos; pero hoy, en esta última era, Dios está revelando enseñanzas específicamente a Su Remanente. Estas son las palabras que Él me da a mí. Este Libro Sagrado del que hablo contiene las palabras que me dio el Padre de la Grandeza. Os digo lo que Él me dice. Todo lo que os digo, tal como está escrito en esta Santa Revelación*, es por la Voluntad del Padre que me envió.
Valorad las palabras de Dios. Proteged y defended el Libro Sagrado. Estad en guardia, porque los paganos, los no creyentes, los ateos y, de hecho, muchos de los que son solo nominales en su devoción religiosa os odiarán y perseguirán a causa de las enseñanzas de los Mensajeros. Un falso cristiano se alegrará mucho al unirse con otros no creyentes para quemaros en la hoguera y colgaros de un árbol debido a estas palabras. Los gobiernos os encarcelarán por su temor a perder sus reinos ante el Reino de la Luz.
Recordad esto: La presencia misma de Dios está dentro del Libro Sagrado, así como la presencia del Mensajero. Venerad estas palabras y protegedlas.
Notas del Editor
* La referencia a este Libro Sagrado se llama Giliana Kudsha (Santa Revelación), o La Giliana (ܓܸܠܝܵܢܵܐ) para abreviar. Pronunciado: gui-li-ah-nah. La letra “g” se pronuncia como la primera letra de las palabras “guisar” o “guardar.” Esto no debe confundirse con el término “Giliuna” que se refiere al Libro del Apocalipsis en el Nuevo Testamento. La Giliana es una edición ampliada de la Mitnaranuta d’Mir Izgadda (la Iluminación del Tercer Mensajero; también conocida como un Fragmento de la Enseñanza de Mir Izgadda).
1 A lo largo de los años, algunos devotos de Mir Izgadda han recibido visiones y sueños sobre cómo mostrar el Libro Sagrado. Luego, uno de los Mensajeros dio instrucciones sobre este asunto. Normalmente, el método más sencillo de mostrar el Libro Sagrado es tenerlo en un atril sobre una plataforma acolchada. Cuando no se lee, se cubre con un paño blanco excepto durante los Días Santos. Una presentación más elaborada implica que el Libro Sagrado esté en el mismo atril pero debajo de un dosel o tabernáculo. Este último no es necesario.
Enseñanzas de la Luz Capítulo 93:
Líderes Mundiales
1 Poned vuestra confianza en Dios, porque ningún líder elegido puede perfeccionar vuestra alma o concederos la vida eterna.
2 Los líderes mundiales nunca os pueden dar la salvación de vuestra alma, ni tampoco los líderes religiosos falsos.
3 Detesto a todos los dictadores malvados, porque no existen para servir a los demás seres humanos, sino que se colocan a sí mismos para gobernar con orgullo y arrogancia. Tales personas no tienen ningún lugar en el Reino de la Luz.
4 El Reino de la Luz llevará a la destrucción a toda clase de líderes mundiales que no adoren al Padre de la Grandeza y que no sirvan a Su gente.
Evangelio del Santo Profeta Mani Capítulo 60:
1 La palabra que hiere es esta: Cuando un hombre dice una palabra para asesinar a otro hombre o para matar a bestias o a árboles innecesariamente, y la Cruz de Luz, la palabra mentirosa, y la de la ira y la de la furia, o una palabra corrupta y agresivamente obscena, o una palabra beligerante que uno lanza a su hermano – esta es la palabra hiriente.
2 Porque esto es la Ira, que encuentres ocasión para desear una mala obra en la que hay pecado.
3 Es correcto que el hombre mire al suelo en el momento cuando camina por un camino, no sea que aplaste la Cruz de Luz y destruya las buenas plantas – incluso destrozando plantas que podrían haber sido utilizadas como una fuente de alimento; es especialmente por el animal, no sea que lo aplaste y lo mate con su pie.
4 Pero soy yo el que con voz alta te dice que todo hombre de los Elegidos justos que camina en un camino por la obra de Dios, o si camina sobre la tierra, aun cuando aplasta con la planta de su pie la Cruz de la Luz, no tiene ningún pecado en él, sino que todo su camino es una guirnalda y una hoja de palma, porque no anda en su propio deseo, ni tampoco corre por la ganancia y las cosas frívolas cuando pisotea la tierra y la Cruz de Luz.
5 No tendrá resentimiento contra ti con odio e ira, porque sabe que caminas sobre ella para el descanso y la curación, para predicar por ella y para revelar sus misterios.