Giliana Kudsha
Manteneos Fieles y Practicad la Paciencia
Os aseguro que si sois siempre fieles y practicáis la paciencia, vuestras necesidades serán satisfechas.
Enseñanzas de la Luz Capítulo 91:
La Voluntad de Dios
1 Nada se logra con mis propias manos – todo lo que se hará será de acuerdo con la Voluntad del Gran Padre.
2 Yo he venido a vosotros por la Voluntad del Padre para rescataros del gran y turbulento océano que es el mundo.
3 Yo no hago nada por mi cuenta, pero todo lo que hago y os digo en el Libro Sagrado de la Luz es por la Voluntad del Padre que me ha enviado.
Torá, Números 16:1-18:32, 28:9-15:
PARASHAT KORAJ – SECCIÓN KORAJ
16
1 Se separó Koraj, hijo de Itzhar, hijo de Kehat, hijo de Levi, junto con Datan y Aviram, hijos de Eliav y On, hijo de Pelet, descendientes de Reuben (Rubén).
2 Ellos se presentaron ante Moshé (Moisés) con doscientos cincuenta hombres de los Hijos de Israel, líderes de la asamblea convocados para la reunión, hombres de renombre.
3 Se unieron en contra de Moshé (Moisés) y Aarón y les dijeron: «¡Es demasiado para vosotros! Pues toda la asamblea, todos, son santos y El Eterno está entre ellos; ¿por qué os encumbráis por encima de la congregación de El Eterno?».
4 Moshé (Moisés) oyó y se postró sobre su rostro.
5 Le habló a Koraj y a toda su asamblea, diciendo: «A la mañana El Eterno hará conocer quién es Suyo y quién es el santo, y Él lo acercará a Sí Mismo, y a cualquiera que Él elija, Él lo acercará a Sí Mismo.
6 Haced esto: tomad para vosotros braseros, Koraj y toda su asamblea,
7 y colocad en ellos fuego y colocad sobre ellos incienso ante El Eterno, mañana. Entonces el hombre a quien El Eterno ha de elegir, él es el santo. ¡Es demasiado para vosotros, descendientes de Levi!».
8 Moshé (Moisés) le dijo a Koraj: «Oíd, por favor, descendientes de Levi:
9 ¿no les resulta suficiente que el Dios de Israel os haya apartado de la asamblea de Israel para acercaros a Él, para realizar el servicio del Tabernáculo de El Eterno y para pararos ante la asamblea para oficiarles?
10 Y Él te acercó a ti y a todos tus hermanos, descendientes de Levi, junto contigo. ¡Y aun así también pides el sacerdocio!
11 Por lo tanto, tú y toda tu asamblea que se une están en contra de El Eterno. Y en cuanto a Aarón, ¿qué es él para que protestes en su contra?».
12 Moshé (Moisés) envió a convocar a Datan y Aviram, hijos de Eliav, mas ellos dijeron: «¡No subiremos!
13 ¿No basta con que nos has hecho ascender de una tierra en la que fluye la leche y la miel para que muramos en el Desierto, que aun así pretendes dominarnos, dominar todavía más?
14 Además, no nos trajiste a una tierra en la que fluye la leche y la miel, ni nos diste por posesión un campo o un viñedo. Aunque les saques los ojos a esos hombres, es decir, a nosotros, ¡no subiremos!».
15 Esto afligió a Moshé (Moisés) enormemente y le dijo a El Eterno: «No gires hacia su ofrenda de regalo. No he tomado ni un solo asno suyo, ni he hecho mal siquiera a uno de ellos».
16 Moshé (Moisés) le dijo a Koraj: «Tú y toda tu asamblea, estad ante El Eterno, tú, ellos y Aarón, mañana.
17 Que cada hombre tome su brasero y colocarán incienso sobre ellos y los traerán ante El Eterno, cada hombre con su brasero: doscientos cincuenta braseros; y tú y Aarón, cada hombre con su brasero».
18 Entonces tomaron cada hombre su brasero, y colocaron fuego sobre ellos y pusieron incienso sobre ellos; y se pararon en la entrada de la Tienda de la Reunión, con Moshé (Moisés) y Aarón.
19 Koraj reunió contra ellos a toda la asamblea en la entrada de la Tienda de la Reunión y la Gloria de El Eterno apareció ante toda la asamblea.
20 El Eterno les habló a Moshé (Moisés) y a Aarón, diciendo:
21 «¡Separaos del medio de esta asamblea; y los exterminaré en un instante!».
22 Ellos cayeron sobre sus rostros y dijeron: «Oh Dios, Dios de los espíritus de toda la carne, si un hombre pecare, ¿te enojarás con toda la asamblea?».
23 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo:
24 «Háblale a la asamblea, diciendo: “Levantaos de todo el contorno de los lugares de residencia de Koraj, Datan y Aviram”».
25 Entonces Moshé (Moisés) se levantó y fue hacia Datan y Aviram, y los ancianos de Israel lo siguieron.
26 Él habló ante la asamblea, diciendo: «Alejaos, por favor, de cerca de las tiendas de estos hombres malvados y no toquéis nada que sea suyo, para que no perezcáis a causa de todos sus pecados».
27 Entonces se levantaron de cerca de la residencia de Koraj, Datan y Aviram, de todo su contorno. Datan y Aviram salieron erguidos a la entrada de sus tiendas, con sus mujeres, hijos e infantes.
28 Dijo Moshé (Moisés): «A través de esto sabréis que El Eterno me ha enviado para realizar todos estos actos, que ello no salió de mi corazón.
29 Si éstos mueren como la muerte de todos los hombres y el destino de todos los hombres llega sobre ellos, entonces no es El Eterno El Que me ha enviado.
30 Pero si El Eterno creare un fenómeno y la tierra abriese su boca y se los tragase a ellos y a todo lo que es suyo, y descendieren vivos al pozo, ¡entonces sabréis que estos hombres han provocado la ira de El Eterno!».
31 Cuando acabó de decir todas estas palabras, el suelo que había debajo de ellos se partió.
32 La tierra abrió su boca y se los tragó a ellos y a sus casas, y a toda la gente que había junto a Koraj, y a toda su riqueza.
33 Y descendieron ellos y todo lo que poseían vivos al pozo, la tierra los cubrió y se perdieron de entre la congregación.
34 Todo Israel, que estaba alrededor de ellos, huyó ante su sonido, pues dijeron: «¡Que la tierra no nos trague a nosotros!».
35 Una llamarada surgió de El Eterno y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrendaban el incienso.
17
1 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo:
2 «Dile a Elazar hijo de Aarón el Sacerdote, que levante los braseros de en medio del fuego, y arroje la llama, pues se han hecho santos.
3 En cuanto a los braseros de estos pecadores contra sus almas, labrarán con ellos láminas como cubierta para el Altar, pues los ofrendaron ante El Eterno y por lo tanto se hicieron sagrados; serán por señal para los Hijos de Israel».
4 Elazar el sacerdote tomó los braseros de cobre que habían ofrendado, los que fueron consumidos, y los labró como una cubierta para el Altar,
5 como un recordatorio a los Hijos de Israel, para que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón se acerque a elevar el humo del incienso ante El Eterno, para que no sea como Koraj y su asamblea, tal como El Eterno dijo acerca de él a través de Moshé (Moisés).
6 Toda la asamblea de los Hijos de Israel se quejó al día siguiente contra Moshé (Moisés) y Aarón, diciendo: «¡Habéis matado al pueblo de El Eterno!».
7 Y ocurrió, cuando la asamblea se reunió contra Moshé (Moisés) y Aarón, que se dirigieron hacia la Tienda de la Reunión y he aquí que la nube la había cubierto y apareció la Gloria de El Eterno.
8 Moshé (Moisés) y Aarón vinieron ante la Tienda de la Reunión.
9 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo:
10 «¡Alejaos del medio de esta asamblea y los exterminaré en un instante!». Ellos cayeron sobre sus rostros.
11 Moshé (Moisés) le dijo a Aarón: «Toma el brasero y coloca sobre él fuego de sobre el Altar, y coloca incienso, y ve deprisa hacia la asamblea y procúrales expiación, pues la furia ha salido de la presencia de El Eterno; ¡ha comenzado la plaga!».
12 Aarón tomó tal como Moshé (Moisés) le había dicho y corrió hacia el medio de la congregación, y he aquí que la plaga había comenzado en el pueblo. Colocó el incienso y procuró la expiación para el pueblo.
13 Se ubicó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo.
14 Los que murieron en la plaga fueron catorce mil setecientos, además de los que murieron por el tema de Koraj.
15 Aarón regresó con Moshé (Moisés) a la entrada de la Tienda de la Reunión y la plaga se había detenido.
16 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo:
17 «Háblales a los Hijos de Israel y toma de ellos una vara por cada casa paterna, de todos sus líderes, según sus casas paternas, doce varas en total; el nombre de cada hombre inscribirás sobre su vara.
18 Y el nombre de Aarón lo inscribirás sobre la vara de Levi, pues habrá una sola vara por la cabeza de su casa paterna.
19 Las colocarás en la Tienda de la Reunión delante del Testimonio, donde Yo Me reúno con vosotros.
20 Ocurrirá que el hombre al que Yo elija, su vara florecerá; así haré que cesen las quejas de los Hijos de Israel sobre Mí, las que ellos se quejan ante vosotros».
21 Moshé (Moisés) les habló a los Hijos de Israel y todos sus líderes le dieron una vara por cada uno, una vara por cada líder, según sus casas paternas, doce varas; y la vara de Aarón se encontraba entre sus varas.
22 Moshé (Moisés) colocó las varas ante El Eterno en la Tienda del Testimonio.
23 Al día siguiente, Moshé (Moisés) vino a la Tienda del Testimonio y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Levi había florecido; le salieron flores y pequeños frutos, y maduraron almendras.
24 Moshé (Moisés) extrajo todas las varas de ante El Eterno y las presentó a todos los Hijos de Israel; ellos vieron y cada uno tomó su vara.
25 El Eterno le dijo a Moshé (Moisés): «Trae de vuelta la vara de Aarón ante el Testimonio, como un recordatorio, por señal para los rebeldes; que sus quejas cesen ante Mí para que no mueran».
26 Moshé (Moisés) hizo tal como El Eterno le ordenó, así lo hizo.
27 Los Hijos de Israel le dijeron a Moshé (Moisés), diciendo: «He aquí que perecemos, estamos perdidos, estamos todos perdidos.
28 Todo el que se acerque, el que acerque al Tabernáculo de El Eterno morirá. ¿Acaso alguna vez dejaremos de perecer?».
18
1 El Eterno le dijo a Aarón: «Tú, tus hijos y la casa de tu padre cargarán juntos con la iniquidad del Santuario; y tú y tus hijos cargarán con la iniquidad de vuestro sacerdocio.
2 También a tus hermanos, la tribu de Levi, la tribu de tu padre, la acercarás a ti y ellos se unirán a ti y oficiarán para ti. Tú y tus hijos contigo estarán ante la Tienda del Testimonio.
3 Ellos guardarán tu custodia y la custodia de toda la Tienda, pero a los sagrados utensilios y al Altar no se aproximarán, para que no mueran, tanto ellos como vosotros.
4 Se unirán a ti y guardarán la custodia de la Tienda de la Reunión para todo el servicio de la Tienda y el extraño no se os acercará.
5 Guardaréis la custodia del Santo y la custodia del Altar, y no habrá más ira contra los Hijos de Israel.
6 Y he aquí que Yo he tomado a vuestros hermanos los levitas de entre los Hijos de Israel; a vosotros les son entregados como un regalo para El Eterno, para realizar el servicio de la Tienda de la Reunión.
7 Tú y tus hijos contigo guardarán vuestro sacerdocio en lo relativo a todo lo concerniente al Altar y dentro de la Partición, y serviréis; Yo entregué vuestro sacerdocio como un servicio que es un regalo, y cualquier extraño que se acerque morirá».
8 El Eterno le habló a Aarón: «Y, he aquí que Yo te he dado la guardia de Mis ofrendas elevadas, de todas las santidades de los Hijos de Israel; te las he dado a ti por distinción y a tus hijos por decreto eterno.
9 Esto será tuyo de lo más santo, del fuego: todas sus ofrendas, todas sus ofrendas vegetales, todos sus sacrificios expiatorios, todas sus ofrendas de culpa, aquello que ellos Me devuelven a Mí: como cosa santísima será tuya y de tus hijos.
10 En lo más santo las comeréis, cada varón la puede comer, será santa para ti.
11 Y esto será tuyo: lo que se separe de su regalo, de todos los servicios de agitación de los Hijos de Israel, te las he entregado a ti y a tus hijos e hijas contigo por decreto eterno; todas las personas puras de tu casa podrán comerla.
12 Todo el mejor aceite y todo el mejor mosto y trigo, su primicia que darán a El Eterno a ti te los doy.
13 Las primicias de todo lo que hay en su tierra que traerán a El Eterno, tuyas serán; toda persona pura de tu casa las comerá.
14 Todo lo segregado –jerem– en Israel tuyo será.
15 Todo primer fruto de la matriz de cualquier carne que ofrenden a El Eterno, tanto de hombre como de animal, será tuyo; pero ciertamente redimirás al primogénito del hombre y al primogénito del animal impuro redimirás.
16 Los que han de ser redimidos, desde un mes los redimirás según su valuación, cinco siclos de plata del siclo sagrado; es veinte gera.
17 Pero el primogénito del buey o el primogénito de la oveja o el primogénito de la cabra no redimirás; son santos; su sangre la arrojarás sobre el Altar y harás que su grasa se eleve como humo, una ofrenda de fuego -ishe-, un aroma agradable para El Eterno.
18 Su carne será tuya; como el pecho de la agitación y el muslo derecho, será tuyo.
19 Todo lo que se separa de las santidades que los Hijos de Israel elevan para El Eterno te lo he dado a ti y a tus hijos e hijas por decreto eterno; es un pacto perpetuo de sal ante El Eterno, contigo y con tu descendencia».
20 El Eterno le dijo a Aarón: «En su Tierra no tendrás posesión y no tendrás una parte entre ellos; Yo soy tu parte y tu posesión entre los Hijos de Israel.
21 A los hijos de Levi, he aquí que les he dado todos los diezmos de Israel por posesión a cambio del servicio que realizan, el servicio de la Tienda de la Reunión,
22 para que los Hijos de Israel no vuelvan a acercarse a la Tienda de la Reunión y carguen con un pecado para morir.
23 El levita realizará el servicio de la Tienda de la Reunión y ellos cargarán con su iniquidad, es un decreto eterno para vuestras generaciones; y entre los Hijos de Israel no heredarán posesión.
24 Pues el diezmo que los Hijos de Israel le separen a El Eterno como una ofrenda se los he dado a los levitas por posesión; por eso les dije: Entre los Hijos de Israel no heredarán posesión».
25 El Eterno le habló a Moshé (Moisés), diciendo:
26 «A los levitas les hablarás y les dirás: cuando toméis de los Hijos de Israel el diezmo que os he dado de ellos por posesión vuestra, elevaréis de él una ofrenda a El Eterno, diezmo del diezmo.
27 Vuestra ofrenda será considerada para vosotros como el cereal del granero y como el mosto de la tina.
28 Vosotros también elevaréis la ofrenda de El Eterno de todos vuestros diezmos que toméis de los Hijos de Israel y daréis de él una ofrenda de El Eterno a Aarón el Sacerdote.
29 De todos vuestros regalos separaréis toda ofrenda de El Eterno, de todo su mejor parte, su parte sagrada.
30 «Les dirás: cuando hayáis elevado lo mejor de él, será considerado para los levitas como el cereal del granero y el mosto de la tina.
31 Podréis comerlo en todas partes, vosotros y vuestras casas, porque es un pago a vosotros a cambio de vuestro servicio en la Tienda de la Reunión.
32 No cargaréis con pecado a causa de él cuando separéis su mejor parte; y las santidades de los Hijos de Israel no las profanaréis, para que no muráis».