Giliana Kudsha
Meditad sobre las Enseñanzas y la Imagen
Meditad sobre las enseñanzas, sobre la imagen del Mensajero y ved al Padre en el rostro del que Él ha enviado en esta era, y recibiréis la paz.
Enseñanzas de la Luz, Capítulo 10, Las Creencias de Otros:
1 Extended bondad a todas las personas, independientemente de sus creencias, pero no aceptéis sus fantasías como vuestras creencias.
2 Respetaréis el hecho de que otras personas tienen el privilegio de creer o no creer en lo que quieran.
3 Tienen el privilegio de elegir entre la vida o la muerte. La elección es suya.
4 Habrá que dar cuentas por todo.
5 Después de que compartáis el Mensaje de la Luz con los demás, si todavía os faltan el respeto o intentan hacer que perdáis vuestro tiempo, seguid adelante, porque vuestro tiempo en la tierra es limitado y alcanzaréis al mayor número de personas posible con vuestro mensaje.
6 No juzguéis a los que rechazan lo que habéis compartido. Su juicio no está en vuestras manos.
Evangelio de Mani Capítulo 49
1 Después de un periodo de tiempo, el alma se olvidó sobre su origen divino; como un pájaro en una trampa, también así estamos nosotros mientras estemos en el cuerpo de la muerte, la morada de los ladrones, sobre el cual todos han llorado.
2 La mente en sí es grande y sublime, pero se vuelve torcida y pequeña debido a este cuerpo pequeño y despreciable, haciendo que el alma sea torpe y soñolienta y que pierda todos sus sentidos divinos.
3 El cuerpo que busca solo lo material impide que el alma progrese; es como una prisión y un gran castigo para el alma; es la puerta de todos los infiernos y renacimientos en el umbral.
4 Mientras estamos en el cuerpo, estamos lejos de Jehová*, peregrinando en la tierra; no tenemos descanso porque estamos alojados en él.
* (Jehová está fuera del tiempo y de la creación – Él no comparte la misma naturaleza que la de los humanos porque Él es espíritu.)
5 No hay nadie que pueda presumir, mientras que todavía tenga una hora en esta prisión; no hay nadie que pueda tener confianza mientras esté en medio del mar y todavía no haya llegado a puerto, porque no sabe la hora cuando la tormenta se levantará contra él.
6 Los deseos de nuestros cuerpos miserables nos han intoxicado con embriaguez; muchos son los dolores que hemos sufrido mientras hemos estado en estos cuerpos – el cuerpo que vestimos [la mente egoísta] es el producto de la bestia.
7 Es como un palacio para los ángeles inferiores; además, es como un bosque denso, un pantano de malas hierbas y juncos, donde todas las aves y bestias malvadas se relacionan y donde los insectos venenosos, lagartos y víboras se reúnen en secreto.
8 El pecado se origina de la bestia, y del deseo del alma de afiliarse con una de sus cuatro cabezas, pero el alma se originó del Gran Espíritu.
9 Fue la bestia que, habiendo completado tal guarida y morada como esta, atrapó y agarró a la luz del alma, y se escondió mientras sus ángeles inferiores predicaban al alma y la llevaban continuamente a todas las acciones malvadas y a todos los pecados del deseo.
10 Pero al final el Rey hará que la bestia sea quemada y encerrada en el calabozo eterno.
11 Con lágrimas ahora rezo humildemente y ruego que pueda dejar este mar venenoso y ardiente de mis deseos carnales, donde las olas agitadas y espumosas no paran en ningún momento y los monstruos marinos se elevan y se sumergen de nuevo para tragar buques y embarcaciones.
12 Gran Pastor, no me abandones; ¡sé un Evocador de la Luz y déjales ciegos hasta que pase por ellos!
13 Mi Luz verdadera, ilumíname por dentro; levántame, porque he caído, y dame una mano para alcanzar tu Altura.
14 No estés lejos de mí, Oh gran Médico con los medicamentos de la vida.
15 ¡Sáname de la herida grave del desenfreno! Mira, he mostrado mis heridas – ahora Tú tienes que dar Tus curas.