Capítulo 4 – 11 de Julio, 2019

1 La palabra del Padre vino a David y Aarón mediante el Arcángel Miguel.

2 Él dijo, David y Aarón, amados siervos del Mesías, dad estas palabras a las ovejas de Yeshúa.

3 Al amado remanente de mi Señor, la paz sea con vosotros.

4 La importancia de la oración, especialmente en estos días oscuros, no se puede enfatizar lo suficiente.

5 La oración es un salvavidas para que cada uno de vosotros alcance al Padre mediante Su Hijo y con el Espíritu Santo.

6 Rezad diariamente.

7 Id a vuestro cuarto sin ruidos, a vuestro lugar de oración, a un armario dedicado o a un rincón reservado para orar y para dedicar tiempo al Padre, a Su Hijo y a los ángeles.

8 Si tenéis la habilidad física, arrodillaos en oración, inclinad vuestra cabeza y cerrad vuestros ojos al orar.

9 Al alabar al Padre, levantad vuestras manos con las palmas hacia el Padre.

10 Cuando pidáis algo a Yahweh el Padre, extended vuestras manos con las palmas hacia arriba para simbolizar la recepción de las bendiciones.

11 Mantened vuestras mentes centradas en lo que es celestial, en lugar de en esas cosas del mundo.

12 El Padre Celestial y Sus siervos angelicales traen paz y verdadera sabiduría, pero el mundo solo busca introducir en vuestra mente la preocupación y la oscuridad.

13 Haced tiempo siempre para la oración.

14 Se os proporcionará un don para ayudaros en vuestra oración diaria, que servirá como una guirnalda sobre vuestra cabeza, colocada ahí por el Espíritu Santo para los fieles.

15 Levantad vuestra cabeza y alabad al Padre; Él os dará esperanza, porque Él es la roca de vuestra salvación.

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