1 La Palabra de Yeshúa dada a Sus siervos David, Jonatán, Adrián, Jacob y a la congregación de fieles en Uzbekistán.
2 Yeshúa ha dicho:
3 Dad estas palabras a Mis ovejas.
4 No vine a enseñaros cosas mundanas, materialismo y cómo obtener control sobre los demás.
5 No vine a quitar la obligación de observar la Ley de Moisés, sino más bien a demostrar la forma en que debe cumplirse.
6 Las palabras de los profetas tampoco han sido abrogadas.
7 Más bien, sus palabras son las palabras de Mi Padre que se sienta sobre los cielos, para que obtengáis conocimiento sobre el futuro.
8 Sed obedientes al Padre observando Sus Mandamientos.
9 La Torá permanece para Israel y para la asamblea de los que se han unido a Israel, mientras que la Enseñanza de los Apóstoles, la Didaché, permanece para todo el mundo, y especialmente para los Gentiles.
10 La Torá es un pacto con Israel en la carne, y la Didaché es un pacto con las otras naciones fuera de Israel, con los que no son Judíos.
11 En estos últimos días, el Padre os ha dado estas revelaciones – las Cartas del Reino, para vuestra continua edificación y conocimiento de la verdad.
12 Sostened todas estas en vuestras manos como si fueran vuestras últimas monedas, porque estas son las palabras del Creador.
13 Permaneced fieles y Yo permaneceré con vosotros.